La aparición del ave originaria del noroeste argentino sobre la cual se conoce una triste Leyenda de dos hermanos llamó la atención a los vecinos de J. V. González. El ave, llamada estuvo reposada sobre un balcón por varias horas, para luego emprender vuelo.

El kakuy (del quechua, quedarse, permanecer), es una especie nocturna, de rapiña, que habita en los montes del noroeste argentino, es definida como un ave solitaria, mide de 33 a 38 centímetros, tiene un «grito» característico persistente que se asemeja a un lamento humano.
Es una especie en vías de extinción y llamó la atención el hecho de su aparición así como también del tiempo que permaneció en el lugar que permitió fotografiarla.